miércoles, 27 de octubre de 2010

Por primera vez en 7 años, comprar un inmueble fue peor negocio que dejar la plata en el banco

La “convertibilidad 4 a 1″ sostenida a lo largo de este año actuó como un ancla para los precios del sector inmobiliario. Un estudio reflejó que, en 2010, hubo caídas en los valores de venta de las viviendas usadas en un tercio de los barrios porteños y subas menores al 2,5% anual en un 76% de las zonas relevadas
Una convertibilidad “4 a 1″ a la Marcó del Pont, un mayor poder de compra de los salarios domésticos y una menor aversión al riesgo se unieron en la primera mitad de este año para cambiarle el curso a un comportamiento que había acostumbrado a los inversores locales: el valor de los departamentos usados empezó a mostrar un claro estancamiento por primera vez en siete años, a nivel general, y a develar de ese modo una evidente pérdida del atractivo que hasta ahora mantenía frente al de otros activos locales.

El último relevamiento efectuado por Reporte Inmobiliario, sobre 34 barrios porteños, indicó que en el 76% de las zonas se registraron caídas, estancamientos o aumentos menores al 2,5% anual (en dólares) en los precios de los inmuebles usados y que en más de un tercio de estos, incluso, se notó una caída en los valores. “Estamos viendo que por primera vez desde 2002 algunos barrios muestran bajas en los precios. En rigor, a nivel general, sólo podemos hablar de cierta estabilidad: los precios no aumentan como los hacían en 2009, cuando veíamos un encarecimiento de las propiedades a tasas de dos dígitos en promedio”, comentó a este diario el socio de ese estudio, Germán Gómez Picasso.

Lo curioso de todo esto es que, a grandes trazos, el inmueble haya rendido durante esta primera mitad del año mucho menos que las acciones locales, y bastante por debajo que el plazo fijo en un banco. “Está pasando que el metro cuadrado está más amesetado, y a la vez el mercado tiene algunos recorridos interesantes. El Merval, por ejemplo, ya subió un 5% en lo que va del año, y el Merval Argentina, un 18%. En la Bolsa, los bancos ya dejaron en promedio ganancias de 46% en el año. Es evidente que de alguna manera este año se está dando un reversión de lo que estaba pasando hasta el 2009″, consideró Juan Pablo Vera, de Tavelli & Compañía.

Quien apostó en ese tiempo a la acción de un banco local, en la Bolsa porteña, obtuvo retornos bastante más jugosos que los percibidos en el mercado inmobiliario. Los papeles del Patagonia avanzaron hasta entonces un 23,2%; los del Francés, un 16% y los del Santander, un 14%. Un depósito a plazo fijo, en un banco privado y mayor al millón de pesos, dejó retornos en cercanos al 10%, en moneda local, durante el primer semestre de 2010.

“De todos modos, el plazo fijo es mucho menos atractivo que una propiedad, porque rinde una renta adicional por alquileres que es en dólares, y que deja una tasa neta de entre el 3% y el 4% para el propietario”, consideró Gómez Picasso. “Lo mismo sucede con el oro, cuya cotización en los últimos siempre mostró una curva bastante similar a la de los precios del mercado inmobiliario, pero en el que la necesidad de guardarlo en una caja de seguridad supone el pago de un costo adicional, por mes”, agregó.

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